Huracán y Banfield empataron en dos goles en un partido que fue cambiando de acuerdo a quién convirtiera el gol. Es cierto que algunos de estos lapsos duraron menos de diez minutos, por lo que no tendría sentido realizar un análisis; pero realmente, como en pocos partidos, cada vez que marcaron hubo un quiebre en la actitud de los equipos y en quién era el dominador. En general, mejor el visitante.
Primer momento. El partido empezó con dos posturas bien diferentes, que se corresponden con lo que pareciera que mejor a cada equipo y ya han adoptado en otros partidos de este campeonato: Huracán, apostó al control del partido, a la tenencia de la pelota y a atacar al arco rival, o sea, se dedicó a jugar; mientras que Banfield optó, como tantas otras veces, por defenderse y contragolpear. A los nueve minutos, como una consecuencia de esos planteos, llegó el penal que terminó en el gol del local.
Segundo momento. El gol obligó a Banfield a salir y empezaron a aparecer las jugadas de peligro en el arco de Monzón. A los 16 minutos, como resultado de ese adelantamiento, llegó el gol del chelo Carrusca, uno de los responsables de esa levantada.
Tercer momento. Con el gol, el equipo de Falcioni tomó confianza e insistió con el ataque, crecieron mucho Méndez, Erviti y el mismo Carrusca, que fueron la figura de ese primer tiempo. Sobre el final, huracán levantó un poco y terminaron parejos, aunque Banfield
Cuarto momento. El segundo tiempo empezó igual que el primero, Huracán apostó por controlar la pelota y buscar el arco rival. Subía Filipetto, Brítez Ojeda hacía una muy buena tarea a la hora de distribuir juego, Montiglio pisaba el área, Matute lastimaba tirado a la banda, Mariano Martínez, bajaba y se sumaba al circuito de juego. A los 10 minutos, el Roly Zárate giró en un Segundo y la metió donde Bologna nunca pudo llegar.
Quinto momento. Igual que en la primera mitad, el gol obligó a Banfield a salir y a ser más ambicioso con su planteo. y Así, a los seis minutos, llegó el empate de Zelaya, quien venía jugando a contra mano de todos sus compañeros
Sexto momento. Luego del gol, hubo un momento donde los equipos intentaron acomodarse; ya llegando a los 30 minutos, quedaron definidos los roles que adoptarían: a la inversa de cómo habían empezado, Huracán se dispuso a esperar y contragolpear (aunque apreció que no estaba preparado para hacerlo) y fue Banfield quién tomó la iniciativa. Esta última imagen potenció la idea de que el visitante fue más que su rival.
No hay comentarios:
Publicar un comentario