Recuerdo que estaba cursando el CBC, así que fue hace por lo menos cinco o seis años, y en medio de una clase comentaba con otro compañero que Furchi y Favale iban a dirigir los partidos de promoción (seguramente, fue en 2004 http://www.taringa.net/posts/info/1327331/La-historia-de-la-promocion.html); ya en aquel momento decíamos que habían sido designados los dos peores árbitros del fútbol argentino.
Seis años después, sigue siendo uno de los malos. Porque ese es lo que más bronca da, no es que beneficie al equipo poderoso o al local, que también lo hace, sino que simplemente es malo, es pésimo en su tarea.
En esta oportunidad, le quedó enorme el clásico entre Boca y Vélez. Dejó pegar muchísimo, no se animó a amonestar ni interrumpió ni castigó los choques entre compadritos que se pecheaban y se invitaban a peleas que nunca suceden, no cobro un claro penal sobre Matías Giménez, en fin, dirigió como siempre.
Y por qué no debería hacerlo, si siempre lo hace y mal no le va: sigue dirigiendo, partidos cada vez más importantes (por ejemplo, esta fecha le tocó el clásico), accede a la categoría de internacional.
Y por qué no debería hacerlo, si la semana pasada, tuvo una pésima actuación en el cruce entre Belgrano de Córdoba y Rosario, por la tercera fecha del torneo de Primera B Nacional y fue premiado con este clásico.
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