Tal vez no sea lo más correcto escribir en caliente, pero tengo que sacarme toda la indignación que me quedó luego de ver el partido entre Racing y San Lorenzo y, sobre todo, el planteo miserable del visitante. Nunca los tres puntos no pueden neutralizar las críticas.
En el primer tiempo, lo único que hicieron los dos equipos fue luchar y trabar. El partido se disputó entre la mitad de la cancha y los tres cuartos de ataque de Racing, el equipo que por lo menos lo buscó.
Tras el gol, que es una pelota que le queda a Pereyra de casualidad, pero incluso desde antes el equipo de Ramón Díaz se limitó a defenderse, sólo generó peligro mediante pelotas paradas; la única estrategia que tenía en ataque eran los saques de arco bien largos, todos al uruguayo Sebastián Balsas, de 1,97 metros; muchas faltas duras para que no apareciera el colombiano Moreno. En fin, cosas que a otro técnicos los tildan de defensivos y a otros equipos de chicos (perdón Caruso, lo que hiciste contra River en el Monumental pasó a ser dignísimo)
Pero pareció que la línea de cinco (Sebastián Luna, Fernando Meza, Cristian Tula, Jonathan Bottinelli y Diego Placente ) no era suficiente para defender el resultado, pues en Ramón mandó a la cancha a Aureliano Torres para reemplazar al pibe Sebastián González, que no había hecho nada en el primer tiempo , o sea, un volante de creación por uno, con suerte, mixto.
En el segundo tiempo, en su cancha, con la necesidad de empatar el partido, y seguramente con la seguridad de sentirse superior, Racing salió a pasarlo por encima. Creció la figura de Yacob, Toranzo manejó muy bien la pelota, entró muy bien el chico Fernandez , quién empezó a lastimar por izquierda (algo que no había logrado Lucas Licht). A los diez minutos llegó el gol de Lugüercio, pero el equipo local siguió buscando.
Fue y fue pero chocó con los ocho tipos que lo esperaban bien pegaditos. El tiempo fue pasando y llegando a los treinta minutos el equipo de Russo se fue apagando.
En ese ratito que quedaba, San Lorenzo, que estaba cómodo con el resultado, aprovechó la desesperación de Racing, que sentía que necesitaba ganar y mejoró un poquito, Entró muy bien el Rivero, igual que contra Godoy Cruz.
Como suele pasar en estas circunstancias, faltando cinco minutos el ciclón consiguió un gol en un córner y se llevó los tres puntos que nunca buscó.
Estas son las oportunidades en que te queda la sensación de que el fútbol es un deporte que premia a los mediocres. Por suerte el Barsa y España ganaron todo…
Salvo los hincas de Racing que deben estar más calientes por el arbitraje de Baldassi que por el planteo de Don “yo te armo un equipo competitivo en dos minutos” y los del Ciclón, que es difícil pedirles una mirada crítica por sobre los tres puntos, el resto, por lo menos en tanto espectadores, deberíamos salir a repudiar la actitud de San Lorenzo.
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