El equipo de Miguel Ángel Russo logró una importantísima victoria en la Bombonera que lo ratifica como uno de los candidatos para este torneo Apertura. Pero, más allá de los tres puntos, puede irse contento porque en el partido, sobre todo en el segundo tiempo, mostró un buen nivel de juego y terminó con muy altos rendimientos en muchos de sus jugadores. Del otro lado, al equipo de Claudio Borghi todavía le falta mucho rodaje (porque trabajo tiene como todos).
En el primer tiempo, se parecieron mucho a los de la primera fecha. Poco fútbol. Pocas jugadas. Poco para destacar.
Al equipo visitante le costó mucho generar juego. El debutante Giovanni Moreno, que con su ausencia habían justificado la pobre producción contra All Boys, arrancó my atrás, casi en la mitad de la cancha, y lo poco que mostraba no terminó pesando por estar tan lejos del arco. Mientras que Patricio Toranzo, tirado a la derecha tras el ingreso del colombiano, tampoco pudo hacerse cargo del equipo y también gravitó poco. Pablo Lugüercio intento pero nunca pudo y Claudio Bieler siempre estuvo demasiado lejos de las jugadas.
En el local, hubo un buen trabajo de los dos delanteros, sobre todo de Lucas Viatri, bajando a pivotear, pero las jugadas quedaban en nada. Los dos volantes centrales, si bien cumplieron en la recuperación, no aportaron casi nada en ataque. Toda la responsabilidad de la creación estuvo sobre la espalda de Damián Escudero, a quien, más alá de alguna jugada particular, esta responsabilidad le quedó grande.
Por otro lado, hubo poco juego por las bandas; por una de ellas, el lateral, el paraguayo Marcos Cáceres, pasó al ataque mucho más que el volante, Clemente Rodríguez; por la otra, Matías Cahais sólo subió una vez, mientras que Jesús Mendez participó mucho más del ataque de su equipo y, si bien desde el banco el reclamaban mucha más proyección, por momentos se apreció a aquel de Rosario Central. Tampoco subió mucho Lucas Licht.
El resultado de esta combinación, falta de generación de juego y de desborde por las bandas, un muy mal primer tiempo.
Los goles, llegaron como sólo podían hacerlo en un partido como este: mescla de suerte y errores. El primero (9´), arranca con un centro al primer palo que pica justo antes de que cierre el defensor y le llega por el segundo palo a Clemente, que mete un centro exquisito a la cabeza de Viatri. En el segundo (33´), Claudio Yacob, que estaba en offside, la empuja luego de un rebote en el palo, tras un tiro libre que ejecutó Toranzo (otro gol de Racing de pelota parada).
En los últimos 15 minutos del primer tiempo, empezó a ser cada vez más gravitante el colombiano Moreno, que será calve en el segundo.
En el complemento, cuando apenas iban cuatro minutos, Cáceres aprovechó un error de Clemente Rodríguez y con una gran definición marcó el gol de la victoria. A partir de ese momento, Racing empezó a crecer y con el pasar del tiempo terminó claramente justificando su victoria.
Comenzó a jugar con la pelota y a aprovechar los espacios que le empezó a mostrar Boca. Si bien no pudo convertir, tuvo varias jugadas para cerrar el partido.
Encabezados por Lucas Aveldaño, que sacó todo, la defensa terminó mostrando una imagen de una gran solidez.
En el mediocampo, Gio y el Patito, empezaron a hacerse cargo del juego y a manejar los ataques de equipo visitante. Fue muy positivo el ingreso de Lucas Castroman, que lastimó mucho por derecha y tuvo dos muy claras para convertir.
Yacob, como en la fecha pasada ante All Boys, creció muchísimo y terminó dominando un mediocampo en el que estaba Battaglia, que ya es algo muy meritorio.
Del otro lado, Boca no reaccionó. El ingreso de Marcelo Cañete y Pablo Mouche le significó cierta frescura, pero enseguida fueron absorbidos por el resto del equipo y no terminaron gravitando. El equipo de Borghi fue, peor de una forma muy desordenada y chocó con un Racing que lo esperó bien y, si bien se metió un poco atrás, la victoria nunca peligró.
La victoria del visitante terminó siendo justa, pero debe ser analizada por ambos. Son evidentes los problemas de Boca para generar juego y no puede depositar todas sus esperanza el al vuelta de Riquelme, porque s ele pasa el campeonato. Mientras que el equipo de Russo no se sebe nublar por haber ganado en la Bombonera y haber obtenido los seis puntos que disputó, debe ver que también el cuesta mucho en la creación y que, en estas dos fechas, sólo mostró buen juego una vez que estaba arriba en el marcador. Además, sus delanteros siguen sin convertir y, aún peor, no se están errando goles, lo que es un signo de lo poco que produce en ataque.
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