Gimnasia empató sin goles con San Lorenzo en el Bosque, en un partido que mereció ganar, sobre todo por lo hecho en el primer tiempo. Mientras que Vélez venció uno a cero a Independiente como local, un resultado oculta la amplia diferencia entre un equipo armado y uno en formación. Con panoramas muy distintos, tanto Diego Cocca como Ricardo Gareca coincidieron en algo: su coherencia.
Vélez sigue siendo ese equipazo que cuando juega bien son muy pocos los que pueden hacerle partido. Esta vez le tocó sufrirlo a Independiente, que puede irse contento por la escasa diferencia del resultado, porque en la cancha nunca pudo hacerle partido.
Juan Manuel Martínez, el “Burrito”, los encaró a todos, igual que Maximiliano Moralez, "Frasquito", que demostró ser uno de los mejores jugadores del fútbol argentino; Augusto Fernández, de muy buen debut, abrió la cancha constantemente; los centrales, Nicolás Otamendi y Sebastián Domínguez, no sólo estuvieron impasables, sino que una par de veces se animaron a pasar al ataque; Emiliano Papa por un lateral y Fabián Cubero por el otro subieron todo el tiempo (el ex defensor de la selección fue el que más pisó el área de los dos); Víctor Zapata fue el dueño de la mitad de la cancha. Increíblemente, el que menos se destacó fue el autor del gol, Santiago Silva. Todos tuvieron un enorme nivel y sólo pudo pararlos Adrián Gabbarini, que con un par de muy buenas atajadas demostró que lo del torneo pasado fue mucho más que un buen momento.
La diferencia entre ambos fue mucho más marcada en el complemento. En la primera mitad, luego de un muy buen comienzo, el equipo de Ricardo Gareca bajó su rendimiento y por un tiempo Independiente logró emparejar en el juego, con Germán Pacheco que bajaba y un buen trabajo por las bandas de Federico Mancuello y Nicolás Cabrera. Pero duró poco, porque cuando el local quiso levantó su nivel y la distancia entre ambos se hizo insuperable.
Se vio la diferencia entre un equipo armado, que hace años que viene jugando a lo mismo y uno en formación, con nuevos nombres y con la sensación de tener una apuesta más ofensiva que en el torneo anterior.
Vélez, fue el mejor equipo de la fecha y el único de los que ganó que superó claramente a su rival.
Pero más válido fue lo de Diego Cocca, pues no sólo con mucho menos que Gareca, sino incluso con mucho menos que lo que tenía en el torneo pasado sigo apostando por lo mismo.
Perdió a hombres claves para su sistema como el colombiano Marco Pérez, Ormeño, Chirola Romero, Villar, Messera y no incorporó grandes jugadores, peor mantiene su estilo de juego (el de la temporada anterior, el de Godoy Cruz): abrir la cancha, pases seguros, a un compañero que siempre pasa o se desmarca, con defensores que llegan, con jugadas donde se nota práctica (se ven muchas jugadas donde uno toca y la va a buscar, pasándole por el costado), limpiando con un cambio de frente y sobre todo con esa una clara vocación ofensiva. Mueve la pelota de tal manera que deja la sensación de que no arriesga la pelota
En el partido del domingo, tuvo un primer tiempo donde claramente fue superior a San Lorenzo, de la mano del gran nivel del “Sapito” Hernán Encina y del trabajo de Fabián Rinaudo, no sólo en las situaciones de gol (tuvo dos tiros en los palos), sino sobre todo en el juego y el dominio del balón.
El segundo tiempo, bajo mucho su nivel y el partido se volvió un golpe por golpe, pero muy mal jugado.
Durante todo el partido, se vio una situación que Cocca deberá revisar: San Lorenzo, con muy poco, complicó a Gimnasia, que demostró tener problemas defensivos
Medios Partidarios:
- El Falcon no arrancó (Por Mundo Azulgrana)
- Uno x Uno vs San Lorenzo (Por Alma Tripera)
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